Zapata: despliegue mediático interesado de Occidente

La guerra mediática forma parte de una estrategia global para facilitar primero los desprestigios y luego las invasiones. Vivimos un juego de manipulaciones permanentes. Las palabras las carga frecuentemente un diablo humano recurrente y perverso, doctor en semánticas y confusiones. Contra Cuba y su Revolución todo vale.

Desde 1959 el estímulo y la organización de la contrarrevolución interna se ha convertido en una de las obsesiones permanentes de las distintas administraciones norteamericanas.

Sin Cuba, nada sería igual en un mundo uniformemente triste y mercantilizado en el que incluso el agua es ya un inevitable objeto de consumo. Una Cuba que, entre luces y sombras, continúa obstinadamente proponiendo otra forma de articulación social y política, humana y vivencial, que más allá de su lento tempo en mejoras y bienestares, representa para muchos una especie de aspirina del tamaño del sol. Es cabecera de noticiarios y portada permanente de periódicos.

En la prensa occidental, nunca son noticia las tragedias cotidianas en las cárceles de América Latina en la que centenares de miles de personas son sometidas al hacinamiento, la insalubridad y las palizas sistemáticas. Las condiciones de vida en las cárceles de Estados Unidos, mueren siete mil reclusos cada año, hablando de males endémicos como la brutalidad y la tortura.